Son muchas las voces críticas sobre la viabilidad del coche eléctrico con la actual tecnología de baterías. En este artículo vamos a desglosar las razones por las cuales están convencidos que este tipo de motores no pueden ser el futuro, al menos con la tecnología actual, y acompañado de una infraestructura totalmente insuficiente, que ni de lejos puede dar un servicio mínimo para que esto sea posible. Así que, sin más rodeos, estas son las razones por las que no vemos el coche eléctrico como el futuro del automóvil.
1. NOS MIENTEN CON LA AUTONOMÍA DEL COCHE ELÉCTRICO
Vamos a poner como ejemplo “Tesla”, el coche que hasta el momento ha sido el más popular en lo que se refiere al coche eléctrico y el que ofrece una autonomía mayor, que ronda en torno a los 650 km (según dicen ellos), con un peso de más de 500 kg de batería, lo cual es un peso muy elevado aumentando así de una forma considerable la tara de vehículo, esto hace que ya el vehículo en vacío tenga un peso muy elevado.
Ahora pongamos con el pretexto del peso que hemos mencionado, nos ponemos en el escenario vacacional, que habría que sumarle que claro está, hay que contar el peso del conductor, y demás ocupantes que pueda tener el vehículo en el momento de circular, el peso que pudiera tener en el maletero de maletas y demás enseres, el pavimento de la carretera que esté en óptimas condiciones, que dependiendo de la época del año en la que se esté circulando el gasto de batería que supone poner el clima tanto para las salidas vacacionales de verano, como para las de invierno entre otras muchas situaciones, que pueden hacer variar la autonomía del vehículo.

No hace mucho pudimos ver en un video del famoso mecánico Ángel Gaitán, lo sucedido con su Tesla cuando hacía el trayecto Madrid-Valencia, en condiciones bajo cero y que marcándole una autonomía de 560 km apenas pudo recorrer 150 km sin ir a una velocidad elevada ni forzando el vehículo de una forma especial ni mucho menos.
¿Por qué pasó esto? En ese caso sucedió por las bajas temperaturas haciendo que el vehículo esté constantemente aumentando la temperatura de la batería, auto consumiéndose. Además, habría que sumarle el clima entre otros motivos por los que habría tenido una autonomía tan sumamente baja que nada tendría que ver con lo que inicialmente marcaba el vehículo.
Esto hace que no podamos fiarnos de la autonomía que marca el vehículo, dado que dependerá de muchos factores.
2. ESCASOS PUNTOS DE RECARGA PARA EL COCHE ELÉCTRICO
En España “según los datos”, hay una electrolinera cada 75 km (esta dependerá de la comunidad autónoma por la que estemos circulando). Esto quiere decir que haría falta para cumplir con el “Plan Nacional Integrado de Energía y Clima”, que se abrieran hasta el 2030 un total de 16500 electrolineras, lo que, haciendo cálculos, deberían abrirse 5 electrolineras diarias hasta la citada fecha.
Si sumamos la falta de fiabilidad de la autonomía y la escasez de electrolineras daría como resultado la alta probabilidad de quedarnos tirados en la carretera.
Cuando lleguemos a uno de los escasos puntos de recarga hay que tener en cuenta, la posibilidad que cuando lleguemos no haya ningún punto libre y toque esperar horas y en el mejor de los casos 15 min que es lo que tarda una carga “ultra rápida”, teniendo en cuenta que este tipo de recargas dañan la batería y reducen su vida útil de una forma considerable.
Y, por otra parte, imaginad con la escasez de electrolineras, lo que supondría cargar tu coche en una operación salida o vuelta de vacaciones.
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3. LITIO Y COBRE INSUFICIENTE PARA EL COCHE ELÉCTRICO
Cada batería contiene en torno a unos 40 kg de litio, si multiplicamos 40 kg por los más de 1200 millones de vehículos que hay en el mundo, da un resultado que hace que sea más que imposible que con tal cantidad de litio por batería haya suficiente para poder abastecer el mercado.
Sobre el cobre nos encontramos en la misma tesitura. Cada coche digamos “tradicional” lleva en torno a 3 kg de cobre, mientras que uno eléctrico puede llegar a casi 50 kg. Teniendo en cuenta que en las principales minas de extracción de cobre, cada año es más costoso extraerlo ya que cada vez es más escaso, hace que nos encontremos con la misma situación de desabastecimiento que no haría posible tener materia prima suficiente para tal cantidad de coches eléctricos.

4. ESCASA Y DIFÍCIL INSTALACIÓN DE PUNTOS DE RECARGA URBANOS
Vivimos en un país donde más de la mitad del parque automovilístico español “duerme en la calle», y se nos ocurren muchas preguntas al respecto cómo;
- ¿Dónde recargarían los usuarios de un automóvil eléctrico?
- ¿Poner un poste de recarga cada 3 metros?
- ¿Y qué cableado con la potencia necesaria haría falta para poder abastecer de electricidad cada punto de recarga?
Porque habría que levantar el suelo de todas las calles para poder llevarlo a cabo, colocando un poste de media tensión por la calle. ¿Y quién pagaría todo el gasto que esto supondría? ¿O solo aquel que disponga de garaje propio podría disponer de un cargador?
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CONCLUSIÓN
Estas son las 4 razones principales por las cuales se ve sumamente difícil ver el coche eléctrico que hoy en día nos venden, como la tecnología de movilidad del futuro, además de los precios que aunque ya empiezan a aparecer coches con un precio más asequible, si lo que buscamos es un eléctrico con una autonomía mínimamente comparable con el coche de combustión tradicional, sigue siendo bastante elevado y difícilmente asumible tal como está la economía.
Hemos ofrecido datos y hemos planteado muchas dudas sin resolver que por el momento no vislumbra una solución; quizás con el tiempo se vayan despejando, pero mientras tanto se empeñan por algún motivo en imponernos esta tecnología aun habiendo un sinfín de puntos por resolver, sin embargo, ellos siguen con su plan establecido.
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Es evidente que la idea de los magnates impulsores de la nefasta agenda 2030, no es que casi toda la ciudadanía podamos disponer de este bien que es el vehículo privado, esto solo será para las “castas” priveligiadas, siendo el ciudadano normal, como simples cabezas de ganado,